25 AÑOS DE LAS VOYAGERS
Un cuarto de siglo después de que las sondas gemelas Voyager partiesen desde la Tierra para visitar los planetas exteriores del Sistema Solar, la histórica misión continúa su marcha en una carrera contra el tiempo.
Acceda al texto completo haciendo click en «Leer más…». Durante los primeros 12 años de su misión, las Voyager realizaron intensivos estudios de Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, vistando la primera de ellas los dos primeros planetas y su compañera todos ellos. Mientras los científicos celebran los 25 años de misión de estos vehículos, esperan que al menos uno de ellos pueda escapar de la influencia de viento solar y adentrarse en el espacio interestelar antes de que sus baterías nucleares se hayan agotado. En este momento, la Voyager 1 es la sonda espacial más lejana a la Tierra, situada a una distancia de 85 Unidades Astronómicas. Su gemela, la Voyager 2, se halla a 68 U.A.
Tras 25 años de trabajo, ambos vehículos permanecen con buena salud, lo cual puede considerarse un hito en la exploración planetaria, ya que cuando fueron lanzados en 1977 nadie sabía cuánto podrían durar estas sondas. De hecho, los planes originales contemplaban el lanzamiento de cuatro sondas Voyager para explorar todo el Sistema Solar exterior (incluido Plutón), pero los problemas presupuestarios obligaron a reducir a la mitad el número de sondas y a centrarse inicialmente en el estudio de los planetas Júpiter y Saturno. Aunque en un principio iban a recibir el nombre de «Mariner Jupiter/Saturn 1977», posteriormente serían bautizadas con su nombre actual. La misión había sido diseñada para aprovecharse de un alineamiento planetario que tendría lugar a finales de los años ’70 y ’80 que podría permitir un viaje a cuatro planetas empleando una cantidad de combustible muy baja y un tiempo mínimo de vuelo. Esta «situación geométrica» de Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, que tiene lugar cada 175 años, permite a una sonda seguir una trayectoria determinada que le haga impulsarse de un planeta a otro sin necesidad de sistemas de propulsión grandes o complejos. El sobrevuelo de cada planeta modifica la trayectoria de la sonda y le añade un impulso que permite llevarla a su próximo destino. Gracias a esta técnica de «asistencia gravitacional» -demostrada por primera vez en la misión del Mariner 10 hacia Venus y Mercurio (1973-74)- el tiempo de vuelo hacia Neptuno se redujo de 30 años a 12. Aunque la NASA/JPL creía viable la misión a los cuatro planetas gigantes, consideró que el presupuesto necesario para transportar la sonda y el instrumental a grandes distancias era muy alto y que la misión podía resultar bastante arriesgada, razón por la cual sólo se asignó un presupuesto inicial para los sobrevuelos de Júpiter y Saturno. Se estudiaron más de 10.000 trayectorias antes de elegir las dos que llevarían a las Voyager a las cercanías de Júpiter y de su luna Io y a las proximidades de Saturno y de su satélite Titán. En el caso de la Voyager 1, su acercamiento a Titán y a la parte inferior de los anillos de Saturno la obligó a tomar el camino en dirección hacia el norte del plano de la eclíptica, impidiéndole visitar más planetas. La trayectoria elegida para la Voyager 2 también ofrecía la posibilidad de continuar hacia Urano y Neptuno, así que una vez estudiado Saturno y viendo que la sonda gozaba de buena salud, la NASA ofreció presupuesto adicional para Urano y posteriormente para Neptuno.
Como es bien sabido, ambas sondas consiguieron alcanzar sus objetivos con éxito, obteniendo miles de fotografías y grandes cantidades de datos que harían reescribir y actualizar los libros de planetología. Los sobrevuelos de los planetas se realizaron en: 1979 (Júpiter), 1980-81 (Saturno), 1986 (Urano) y 1989 (Neptuno). Los dos primeros planetas ya habían sido visitados por la Pioneer 10 (Júpiter, 1973) y Pioneer 11 (Júpiter, 1974 y Saturno, 1979 – poco antes del acercamiento de la Voyager 2-), obteniendo ambas datos de gran utilidad. Las Pioneer no ofrecerían imágenes tan espectaculares como las Voyager ya que estas no contaban con cámaras de alta resolución, debido a que su trabajo principal era estudiar las características del medio interplanetario y el entorno de Júpiter y Saturno como paso previo a posteriores misiones. En los casos de Urano y Neptuno sería la Voyager 2 la que realizaría los primeros y únicos sobrevuelos hasta la fecha. De hecho, fueron todos estos éxitos los que impulsarían el desarrollo de misiones posteriores, como la Galileo o la Cassini.
Sería imposible resumir en este artículo todos los estudios e investigaciones que ambas Voyager han llevado a cabo, pero entre los éxitos de esta misión pueden destacarse:
– El descubrimiento de las magnetosferas en Urano y Neptuno, ambas muy inclinadas respecto al eje de rotación y descentradas con respecto al planeta, lo cual sugiere que su fuente originaria puede ser significativamente diferente de la de otras magnetosferas.
– El hallazgo de 22 nuevos satélites: 3 en Júpiter, 3 en Saturno, 10 en Urano y 6 en Neptuno.
– La primera observación de volcanes activos en un cuerpo planetario (Io, satélite de Júpiter) y el descubrimiento de estructuras de tipo geiser y una atmósfera en Tritón (satélite de Neptuno).
– La detección de zonas aurorales en Júpiter, Saturno y Neptuno.
– El descubrimiento de anillos en Júpiter. Se hallaron también intrincadas estructuras en los anillos de Saturno, incluyendo un anillo entrelazado (F). También fueron descubiertos dos nuevos anillos en Urano y los de Neptuno (inicialmente considerados arcos, se confirmó que eran completos y formados por materiales finos).
– En Neptuno, considerado inicialmente muy frío como para poseer una dinámica atmosférica con rasgos importantes, se hallaron los vientos más rápidos de todo el Sistema Solar e importantes tormentas a gran escala y grandes estructuras en su atmósfera (destacando la Gran Mancha Oscura).
– La obtención de miles de fotografías tanto de los planetas gigantes como de muchos de sus satélites, lo cual, además de darnos la primera visión detallada de una gran variedad de mundos, permitiría la cartografía y el estudio geológico de todos estos cuerpos.
Aún en la actualidad, el equipo responsable de esta misión recibe casi diariamente información de ambas Voyager, las cuales se dedican a estudiar el viento solar a la gran distancia del Sol a la que se hallan, algo que tampoco resulta del todo sencillo: una señal enviada desde la Tierra tarda unas 12 horas en alcanzar la Voyager 1, de tal modo que si algo fuese mal a bordo, se necesitaría casi un día completo -demasiado tiempo- para poder averiguar qué problema tiene la sonda y enviarle las instrucciones necesarias para resolverlo. Por esta razón, el equipo responsable de este proyecto intenta anticipar cualquier posible emergencia y envía a los computadores de la sonda comandos avanzados para saber cómo reaccionar a un problema.
Cinco son las disciplinas científicas en las que se trabaja en la Misión Interestelar con los datos que envían las dos sondas a la Tierra: investigación de campos magnéticos, de partículas cargadas de baja energía, de espectrometría ultravioleta, rayos cósmicos y ondas de plasma. La misión en sí está centrada actualmente en el estudio de la enorme «burbuja» que el Sol genera debido a la presión hacia el exterior de su propio viento solar. Dicha burbuja tiene una frontera, denominada «heliopausa». En ésta, el viento solar choca con el viento interestelar procedente de la región de la galaxia en la que nos hallamos. El viento interestelar exterior es un flujo de átomos y otras partículas generadas por las explosiones de estrellas moribundas. La localización de la heliopausa no es fija, sino que varía tanto con el ciclo de 22 años de actividad solar como con los propios cambios que sufre el viento interestelar. Algunos científicos han sugerido que, a escalas de tiempo muy grandes, el viento interestelar podría presionar de tal modo la heliopausa como para afectar a la climatología terrestre y planetaria.
La Voyager 1 se desplaza hacia la heliopausa a una velocidad de 1.6 millones de kilómetros cada día. Aunque parezca un desplazamiento rápido, aún falta bastante tiempo para alcanzar ésta. Los responsables de la misión han calculado que sus baterías nucleares todavía podrían hallarse en aceptable funcionamiento en el año 2020. De este modo, alcanzar la heliopausa antes de esta fecha depende de cuán lejos esta frontera se encuentre: las estimaciones recientes dan un tiempo de llegada para la sonda algo dispar: entre 7 y 21 años, debido a que no se conoce el tamaño exacto de la heliopausa. De hecho, la Voyager 1 ya ha comprobado que desde su posición actual el viento solar sufre un frenado debido a los efectos de las partículas interestelares que penetran a través de la heliopausa. Una predicción mucho más precisa de la situación de esta frontera se obtendrá cuando la sonda se encuentre con su zona de choque, el lugar en donde el viento solar comienza a apilarse contra la heliopausa. Se estima que dicho encuentro podría suceder dentro de unos tres años.
De todos modos, sea cual fuere el futuro de estas sondas, las Voyager han ganado un importante puesto en la historia de la exploración espacial gracias a la gran cantidad de estudios que han realizado, el buen número de impresionantes imágenes que nos han mostrado y en definitiva, gracias a la visión de nuestro sistema planetario que nos han ofrecido.
PUBLICADO EN: Astroenlazador.com
Noticia sobre el 25 aniversario:
http://www.jpl.nasa.gov/releases/2002/release_2002_162.html
Página principal de la misión:
http://voyager.jpl.nasa.gov/
PARA SABER MÁS……..
¿Dónde se hallan las Voyager ahora?
http://heavens-above.com/solar-escape.asp?/
Imágenes históricas de los planetas gigantes:
http://beacon.jpl.nasa.gov/exhibits/voyager/default.html
http://www.jpl.nasa.gov/voyager/window/voyager_ad.htm
Imágenes de planetas y satélites del Sistema Solar (elegir planeta y sonda):
http://photojournal.jpl.nasa.gov/
Libro «Voyager 1 and 2. Atlas of six saturnian satellites» (Voyager 1 y 2: atlas de seis satélites saturnianos)
http://history.nasa.gov/SP-474/sp474.htm
Si buscas datos sobre los mundos estudiados por las sondas Voyager, puedes consultar la sección Sistema Solar de Astroenlazador, en donde hallarás varios links referidos a páginas sobre el tema.