Carta Abierta del Escritor Paulo Coelho al Presidente Bush
ESPERO QUE LO DISFRUTEN Y QUE DIOS NOS BENDIGA…
ATTE.:
HERNÁN FONSECA
Gracias Presidente Bush. por Paulo Coelho.
Estimados amigos, a continuación transcribo la «Carta Abierta del Escritor Paulo Coelho al Presidente Bush» e insto a elevar una plegaria por la
paz en el mundo, en la religión a la que pertenezcas. ESPERO QUE LO DISFRUTEN Y QUE DIOS NOS BENDIGA…
ATTE.:
HERNÁN FONSECA
Gracias Presidente Bush. por Paulo Coelho.
Estimados amigos, a continuación transcribo la «Carta Abierta del
Escritor Paulo Coelho al Presidente Bush» e insto a elevar una plegaria por la
paz en el mundo, en la religión a la que pertenezcas.
GRACIAS, PRESIDENTE BUSH:
Por Paulo Coelho 11/03/2003
Gracias, gran líder George W. Bush.
Gracias por mostrarnos a todos el peligro que Saddam Hussein
representa.
Tal vez muchos de nosotros hubiéramos olvidado que él utilizó armas
químicas contra su pueblo, contra los kurdos, contra los iraníes…
Hussein es un dictador sanguinario, una de las más claras expresiones
del mal de hoy en día.
Sin embargo, ésta no es la única razón por la cual le estoy
agradecido. En los dos primeros meses del año 2003, usted ha sido capaz de mostrar
muchas cosas importantes al mundo, y por eso merece mi gratitud.
Así, es que quiero decirle: gracias. Gracias por mostrar a todos que el
pueblo Turco y su Parlamento no están en venta ni por 26.000 millones
de dólares.
Gracias por revelar al mundo el gigantesco abismo que existe entre la
decisión de los gobernantes y los deseos del pueblo.
Por dejar claro que tanto José María Aznar como Tony Blair no conceden
la mínima importancia ni tienen ningún respeto por los votos que recibieron.
Aznar es capaz de ignorar que el 90 por ciento de los españoles están
contra la guerra, y Blair no se inmuta con la mayor manifestación
pública realizada en Inglaterra en los últimos 30 años.
Gracias porque su perseverancia forzó a Tony Blair a ir al Parlamento
Inglés con un dossier falsificado, escrito por un estudiante diez años
atrás, y presentarlo como «pruebas contundentes recogidas por el servicio
secreto británico».
Gracias por lograr que Collin Powell se pusiera en ridículo al mostrar
al Consejo de Seguridad de la ONU algunas fotografías que, una semana más
tarde, fueron públicamente impugnadas por Hans Blix, el Inspector responsable del desarme de Irak.
Gracias porque su posición hizo que el Ministro de Relaciones
Exteriores de Francia, el Sr. Dominique de Villepin, en su discurso contra la guerra,
tuviese el honor de ser aplaudido en el plenario. Honor que, por lo que sé, sólo había sucedido
una vez en la historia de la ONU en ocasión de un discurso de Nelson Mandela.
Gracias porque a causa de sus esfuerzos por la guerra, es la primera vez que las naciones
árabes -generalmente divididas-, han condenado unánimemente una invasión, durante la reunión
celebrada en El Cairo la última semana de febrero.
Gracias porque su retórica afirmando que «la ONU tiene una oportunidad
de mostrar su relevancia», logró que hasta los países más reacios terminaran
tomando una posición en contra del ataque a Irak.
Gracias porque su política exterior ha hecho declarar al Ministro de
Relaciones Exteriores de Inglaterra, Jack Straw, en pleno siglo XXI, que «una guerra puede tener
justificaciones morales», y con esa declaración perder toda su credibilidad.
Gracias por intentar dividir una Europa que lucha por su unificación; es una señal de alerta que no será ignorada.
Gracias por haber conseguido lo que pocos han conseguido en este siglo: unir a millones de personas en todos
los continentes luchando por la misma idea -aun cuando esta idea sea opuesta a la suya.
Gracias por hacernos sentir nuevamente que, aunque nuestras palabras no sean oídas, por lo menos son
pronunciadas, y esto nos dará más fuerza en el futuro.
Gracias por ignorarnos, por marginar a todos aquellos que tomaron una actitud contra su decisión, pues
el futuro de la Tierra es de los excluidos.
Gracias porque, sin usted, no habríamos conocido nuestra capacidad de movilización. Quizá no sirva
para nada en el presente, pero seguramente será útil más adelante. Ahora que los tambores de guerra
parecen sonar de manera irreversible, quiero hacer mías las palabras que un antiguo rey europeo dirigió
a un invasor: «Que su mañana sea hermosa, que el sol brille en las armaduras de sus soldados – porque
durante la tarde yo le derrotaré».
Gracias por permitirnos a todos, un ejército de anónimos que se manifiestan por las calles intentando
parar un proceso ya en marcha, conocer la sensación de impotencia, aprender a lidiar con ella y transformarla.
Por lo tanto, aproveche su mañana y la gloria que ella aún pueda traerle.
Gracias porque no nos escucho y por no tomarnos en serio. Pero sepa que nosotros le escuchamos y no
olvidaremos sus palabras.
Gracias, gran líder George W. Bush. Muchas gracias.
Gracias Paulo Coelho!!
Traducción del portugués por Montserrat Mira.
De esta forma quiero dejar claros mis votos por la paz.
Este texto fue confirmado desde www.paulocoelho.com.bra
«La guerra es una masacre entre gente que no se conoce para provecho de gente que sí se conoce pero que no se masacra.-
Paul Valèry – escritor francés.»