Una computadora que es casi un cerebro
En noviembre de 2002, IBM anunció sus planes de construir un par de supercomputadoras tan
rápidas y poderosas que empezarían a aproximarse a algunas de las funciones del cerebro humano. Por Michelle Delio.
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Las computadoras más rápidas del mundo son de una lentitud pasmosa comparadas con el cerebro humano. Pero no por mucho tiempo.
El Departamento de Energía de Estados Unidos anunció el martes que IBM había ganado un contrato por 290 millones de dólares para construir dos de las primeras computadoras capaces de igualar el poder de cómputo teórico del cerebro humano.
El poder de procesamiento de las dos computadoras combinadas será de medio trillón (500 billones) de operaciones por segundo, más de 1,5 veces el poder de cómputo combinado de las 500 máquinas incluidas en la lista de supercomputadoras del mundo, la Top 500.
Se espera que la «ASCI Purple,» que debería estar lista en el 2003, sea la primera supercomputadora de 100 teraflops, capaz de procesar información a una velocidad casi tres veces mayor que la de las actuales supercomputadoras.
Se estima que el poder de cómputo del cerebro humano ronda los 100 teraflops, es decir unos 100 billones de cálculos por segundo, según Hans Morvec, investigador principal del Instituto de Robótica de la Universidad Carnegie Mellon. La estimación se basa en el multiplicación de la capacidad de las 100.000 millones de neuronas que tiene el cerebro, cada una de las cuales establece más de 1.000 conexiones con otras neuronas; cada una de esas conexiones es capaz de realizar unos 200 cálculos por segundo.
La segunda supercomputadora del Departamento de Energía, la «Blue Gene/L,» será todavía más rápida que la ASCI Purple. Cuando se haya completado, en el 2004, la Blue Gene/L tendrá un rendimiento pico de 360 teraflops.
Así y todo, el cerebro humano sigue siendo mejor que las supercomputadoras en algunos sentidos.
La ASCI Purple tendrá 50 terabytes de memoria; Morvec estima que un cerebro tiene una capacidad de 100 terabytes.
Los cerebros son portátiles; la ASCI Purple tendrá un volumen equivalente a 197 heladeras que cubrirán una superficie casi equivalente a dos canchas de basketball, y pesará unos 177.300 kilos. El cerebro promedio pesa alrededor de 1,5 kilos.
La ASCI Purple consumirá 4,7 millones de megawatts por día, suficiente para proveer electricidad a 4.000 hogares, mientras que un cerebro utiliza 10 megawatts diarios.
El cerebro humano se distingue por su capacidad de pensar y crear, además de procesar información rápidamente, señaló Wise Young, director del laboratorio de neurociencias Keck, en la Universidad Rutgers de Nueva Jersey.
Sin embargo, tanto la ASCI Purple como la Blue Gene/L desempeñarán tareas que ningún cerebro podría realizar.
La Blue Gene/L se empleará para la investigación científica en campos como pronóstico de cambios climáticos globales y estudio de la conducta de superexplosivos. La supercomputadora será utilizada por tres laboratorios — Los Alamos, Sandia y Lawrence Livermore — y por los colaboradores de la Alianza Universitaria Advanced Simulation and Computing Initiative (Iniciativa de Simulación y Computación Avanzada).
El objetivo fundamental de la ASCI Purple consistirá en simular el envejecimiento y la operación de las armas nucleares estadounidenses, para asegurar la seguridad y confiabilidad del armamento de la nación sin necesidad de recurrir a pruebas subterráneas.
La ASCI Purple tendrá 12.544 microprocesadores contenidos en 196 computadoras individuales interconectadas mediante una vía de datos superrápida que intercambia información a 100 gigabytes, el equivalente a 14 DVD’s de películas, por segundo. La ASCI Purple correrá el sistema operativo de IBM, AIXL.
«La ASCI Purple es como tener un microscopio electrónico mientras que el resto de los científicos usan una lupa», explicó Mark Seager, director asistente de Tecnologías Avanzadas del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore, situado en California.
La ASCI Purple será construida en el transcurso del año próximo y se instalará en un edificio levantado para ese fin, conocido como Instalación de Simulación a Teraescala, que se está construyendo actualmente en el laboratorio Livermore.
Publicación original en: http://wired.terra.com.ar/wired/