Falleció el académico Armando F. Mendizábal

Les hacemos llegar esta nota aparecida en el diario La Nación en la cual se informa del fallecimiento de un ilustre hijo del partido de Daireaux.
El Dr. Armando Mendizabal había nacido en Andant, y sus estudios primarios los cursó en la Escuela Rural del lugar, a la cual se acerco a visitarla meses atras. El ejemplo que deja para la juventud del partido es que con dedicación, tenacidad y honestidad se triunfa en la vida.

Reciban un cordial saludo,
                                    A. J. MENDIZABAL & CIA. S.A.

El viernes último, en San Isidro, falleció el doctor Armando Francisco Mendizábal, a raíz de la secuela respiratoria de un infarto. Referente nacional e internacional en salud reproductiva -desde 2000 ocupaba el sitial número 33 de la Academia Nacional de Medicina-, reunió en su entrañable persona las facetas del clínico, del investigador y, por sobre todo, del docente.
Había nacido el 21 de abril de 1915 -aunque su nacimiento fue registrado cuatro días después- en Andant, partido de Daireaux, provincia de Buenos Aires. Egresado del Colegio Nacional de Buenos Aires, obtuvo en 1942 el título de médico en la Facultad de Medicina de Buenos Aires. En 1944, renunció al hospital Ramos Mejía, al que había ingresado como practicante en 1939, y viajó a los Estados Unidos.

En el Hospital de Mujeres del Estado de Nueva York, dependiente de la Universidad de Columbia, hizo sus estudios de posgrado y, como parte de su formación, realizó asistencia en prestigiosos centros médicos, como la Clínica Mayo de Rochester, el Hospital General de Massachusetts y el Hospital Libre de Mujeres, ambos de Boston.

En ese país conoció al doctor Bernardo Houssay, quien más tarde recomendaría su incorporación al Hospital de Clínicas. Así, en 1946, regresó a Buenos Aires, donde ingresó como concurrente en la Sala X del Servicio de Clínica Ginecológica de ese hospital. Allí, llegó a jefe de Ginecología Endocrinológica y, en 1960, fundó el primer programa de residencias médicas en ginecología de la Argentina.

En 1963 conoció al profesor Norberto Quirno, quien lo instó a desarrollar un departamento de ginecología y obstetricia en el Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas (Cemic), que entonces funcionaba en la Sala XX del hospital Rivadavia. En el Cemic creó en 1983 el Centro de Investigación en Reproducción Humana y Experimental (Cirhe). Allí participó de dos descubrimientos trascendentes: el de las señales que permiten la implantación del embrión en el útero, que brinda la base científica para el desarrollo de métodos de screening prenatal; también dilucidó los mecanismos biológicos que hacen que la mujer alterne la ovulación entre sus ovarios. Bajo su dirección, el Cirhe creó el primer programa de control de calidad de análisis clínicos de América latina.

Presidente del Cemic entre 1999 y 2001, luego miembro del Consejo Superior del Instituto Universitario Cemic, dirigió varias asociaciones médicas nacionales e internacionales, como la Federación Internacional de Sociedades de Fertilidad y Esterilidad.

Aficionado al violín y jugador de rugby durante su juventud, más tarde piloto civil de monomotores, fue padre de seis hijos: María Isabel, María Cecilia, María de la Merced, Armando Alfredo, Hercilia María y Juan Francisco.

Poseedor de un intelecto privilegiado, nunca dejó de perfeccionarse. El día anterior a su muerte, a los 90 años, se inscribió en un curso sobre gestión en la enseñanza médica. "Quiero aprender a pensar", era su lema preferido.
Sus restos fueron sepultados ayer en el cementerio Parque Memorial.

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Autor: deroweb

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